sábado, 29 de mayo de 2010

Una mosca...





De repente, media ciudad de Amposta, (aunque parezca un pueblucho) se vio desolada por la destrucción de algún ente de dimensiones colosales. En la madrugada del 14 de Septiembre abrí mis ojos y sentí un fuerte zumbido que revolvía todo el cuerpo, rápidamente me levante y salí al exterior del jardín, la terraza llena de polvo me presagiaba algo que nunca se me habría pasado por la cabeza.
Al mirar el canal de agua de la ciudad observé ,en ese parque lleno de mierda de perros, a una gran mosca bebiendo del canal muy tranquila mientras destruía unos pequeños árboles al tratar de limpiar su cabeza.
El sentimiento que descubrí en ese instante fue de horror, hice lo que se suele hacer en las películas (aunque luego me haya parecido ridículo), me refregué los ojos y luego los volví a abrir bien para saber si en realidad estaba mirando aquel insecto enorme en la lejanía
Entonces, mientras lentamente la luz del sol se proyectaba sobre las calles, empecé a mirar detalladamente las alas de aquel ser infernal…¿de donde ha salido? me preguntaba; mientras mi pupila registraba los pelos de sus patas, la transparencia de sus alas y el enorme orificio que había dejado en el suelo. Su color verdoso se reflejaba con los rayos del sol, abominable bestia.
Más allá, cientos de casas destruidas; el fuego, las calles y varios árboles caídos, sorpresivamente llegaron las ambulancias y rápidamente se detuvieron cuando frente a ellos apareció la magnificencia del insecto.
Había un hotel en frente de mi casa, de allí brotaban algunas cabezas curiosas que no daban crédito a lo que estaban presenciando, de los edificios de la zona; la gente, seguían en pijama y observaban, con asombroso pánico, lo que sucedía en su ciudad. Era el fin de Amposta. (seee)

Como ya va siendo costumbre, un idiota (que no suelen faltar) sacó su arma de caza y disparo a “la Mosca”,  la cual, al escuchar el enorme ruido y sentir el impacto leve sobre su cuerpo, puso sus patas en posición de huida y se elevo en un abrir y cerrar de ojos hacia el cielo. He de decir que me pareció majestuosa la forma de realizar la maniobra del insecto y también me impactó la onda de aire que sentí sobre mi cara cuando salió despedida del suelo.

Enseguida se divisó un pequeño punto en el firmamento que se aproximaba nuevamente a la tierra, el sonido del aterrizaje fue tremendo, una casa se había venido abajo con sus habitantes dentro.

Mi madre había encendido la televisión  y por fin las informaciones que estábamos esperando. La dichosa mosca había escapado de Japón (chinos cabrones) donde después de varios procesos genéticos habrían logrado que sea así de grandiosa y colosal, ellos creían que la tenían bajo su control pero en realidad no era así, la mosca logró escapar rompiendo su jaula y escarbando hasta llegar a la superficie, también ignoraban que el liquido baboso que expulsaba y la materia que dispersaba cuando agitaba sus alas era toxico y ácido.
Se nos recomendó taparnos la nariz y usar gafas (a buenas horas) pero lo mejor estaba por venir…

En su particular viaje por el continente africano, la mosca abría puesto pequeños huevecillos en diferentes puntos al igual que había destruido cientos de pueblos y ciudades en pocas horas. Esta ciudad no sería la excepción sobretodo porque inconscientemente sentía incontrolables deseos de aniquilar todo a su paso a una determinada hora, concretamente a las 11 de la mañana.

En un informe de los científicos japoneses se detallo que inesperadamente la mosca había sido programada con las coordenadas de Amposta para ser destruida y convertir a sus habitantes en alimento de sus larvas….ya no podía hacerse nada al respecto, la masacre estaba a punto de comenzar.
Inmediatamente, no sin pensármelo dos veces, tuve que hacer uso de mi arma secreta que me fue encomendada por seres que provenían de un sistema solar desconocido para enfrentarme a las primeras señales del Apocalipsis.
Un arma generadora de energía limpia y destructiva, liviana y bella, o lo que es lo mismo, un láser (que si no) junto con una armadura orgánica que me proveería de la agilidad y destreza de la que nunca he gozado, era el momento de utilizar mi tan preciado regalo de los dioses.

Pero ¡OH sorpresa!, esa misma tarde iban a jugar Barcelona vs Real Madrid y por culpa de la dichosa mosca ya no se jugaría el partido, pero había algo peor,  mi arma láser funcionaba con un dispositivo de diamantes de la tierra el cual solo me proporcionaba autonomía de 40 minutos y debía recargarse por un periodo de 3 horas según las instrucciones del manual (malditos extraterrestres) así que  tenía que esperar y  matar al insecto en cuanto se recargue mi arma.

Huí con mi familia hacia el Montsianell, de las misma manera que lo hacían muchas otras familias, la mosca no era tonta y tomó dato de todo ello; así que decidimos salvaguardarnos en otro lugar.
 Mis padres no salían de su admiración al ver mi tan estilizada arma de combate traída de las estrellas y mi traje vivo yacía doblado en una mochila, eran las 12 de la tarde y el ataque ya había empezado.

La mosca empezó a arrasar con todo a su paso, casas, calles, coches, cableado eléctrico, etc... y para que no se le escapará ningún pueblerino en su método de destrucción expulsó de su cola a varias moscas del tamaño de un coche las cuales hicieron de las suyas y paralizaron a cientos de personas para luego inyectar en ellas pequeños huevecillos (un clásico) por vía bucal, destrozaron sus bocas y sus rostros, horrible.

Niños y niñas tampoco se salvaron, ni ancianos ni mujeres, todos caían, peculiarmente, como moscas, esta vida dio un giro inesperado de un momento a otro, pero yo estaba a punto de tener lista mi arma en un escondite en donde me dejaron mis padres los cuales huyeron y toda responsabilidad recaía sobre mí; pese a que ni yo mismo creía estar desempeñando el papel de salvador de todo este misero pueblo.

Una vez cargada mi arma me vestí de mi traje biológico, conecté un accesorio de mi artefacto a mi mano izquierda (un brazalete plateado) para obtener fuerza necesaria y mantener el arma para cuando vaya a disparar; enseguida el mismo traje aumentó mi velocidad y mi resistencia…pasé de tener una panza a tener una tabla de picar, mi estatura se acrecentó (de saber eso una noche me hubiera puesto el dichoso traje) y también mi masa muscular, toda mi piel quedo recubierta de aquella vestidura negra y noté como mis ojos se recubrían de un material glutinoso para luego transformase en unos protectores visuales y naturales que me proveían de un aumento considerable de perspectiva; estaba listo, al ataque!!!.

Eso si, aun llevaba mis Reebok negras, corrí hasta donde una mosquita trataba de paralizar un anciano y le enchufé toda mi energía láser; explotó en cuando el rayo la tocó…fue sublime, más luego seguí mi camino y, disparé a todos los cuerpos que yacían sin vida pero con huevecillos dentro, tenía que asegurarme que mas insectos no iban a nacer de allí, hasta que por fin observé a la mosca, me acerqué hacia ella y con sus rápidos reflejos me miró y me sacudió de un patazo (con su pata claro) y volé por entre varios escombros pero milagrosamente no me hice demasiado daño, al levantarme la enfoquçe y disparé; pude destruir una de sus patas y entonces la mosca supo que el combate quizás era conmigo, pero ella irremediablemente seguía con su programa de destruir el pueblucho así que después no me hizo mucho caso.
Nuevamente disparé una ráfaga hacia su cuerpo mientras corría en medio de sus gigantescas patas, necesariamente la tarea se me volvía mas difícil al tener que seguir matando a varias moscas que salían de su culo, aún vistiendo mi ropa estelar podía sentir que las fuerzas ligeramente se me acababan básicamente porque las moscas chicas no dejaban de salir de el culo de la maldita mosca grande, así que era momento de sentenciar el partido y tratar de dar el golpe de gracia. (si se podía, claro)

Un largo periodo de tiempo había transcurrido y situé mi arma a mis espaldas y en ese instante pude ver a gente con rifles y pistolas que trataban de hacerme la cobertura para que pueda subir hacia ella, entonces me agarre de una de sus patas y escalé con mucha dificultad hacia su panza donde se generaban aquellos tétricos insectos que no paraban de revolverse, fue asqueroso. Enseguida me encumbré hacia su dorso y con la ayuda de mi brazo izquierdo intenté romper una de sus alas, pero la mosca se dio cuenta, y se elevó hacia el cielo. Me agarré con mucha fuerza y en el trayecto de la tierra hacia las nubes por fin pude arrancar su ala, no sin antes volar a gran velocidad, y la mosca forzosamente cayó al suelo.
Fue tal el impacto que la mosca no pudo volverse a parar correctamente y entonces active mi instrumento láser y desenfunde toda mi furia en su cabeza a la vez que di un salto mientras el disparo se iba concluyendo.

Por desgracia la energía láser se terminó y en el momento exacto de mi caída; sobre el lomo del insecto, cuando creí que todo se había vuelto en mi contra, una afilada daga brotó de la parte trasera del artefacto láser (era como el arma de emergencia) y agarré su empuñadura como pude y procedí a incrustarla en la cabeza de el abominable ser.
Alcancé paulatinamente a despellejar su dura piel hasta que por fin pude ver su cerebro, en ese preciso instante metí mi mano y saque una buena cantidad de sesos, a lo que la mosca respondió con un fuerte chirrido que sabrá dios hasta donde se lo pudo escuchar.
Después decidí por fin incrustar la daga; inexplicablemente esta se volvió mas larga cuando pudo sentir que estaba dentro del cerebro, y allí fue donde se quedó, para luego explotar, ocasionando un gran esparcimiento de sangre y entrañas, y yo sin ser advertido.

Así de repente la mosca culminó su estupida misión o talvez innecesaria, he llegado a pensar que talvez fue un entrenamiento para mí y así probar mis vestiduras de guerra; ¿de que guerra estoy hablando? Esa es otra historia mucho mas difícil de comprender que la de esta mosca. Tantos pensamientos se cruzan en mi mente al ver a semejante insecto morir y ahogarse en sus propios sesos que me parece extraño percibir estos sentimientos no humanos; aún quedan algunas moscas pequeñas, mientras voy pensando y tratando de reaccionar las voy aniquilando sin contemplaciones; observo el espacio a mi alrededor; el  caos, de cierta forma guarda su particular orden.

Notas:
-La mosca era el arma un proyecto Japonés para incentivar el gigantismo, pero en realidad era un arma secreta para la tercera guerra mundial, aún no estaba preparada y el proyecto se escapó de sus manos.

-Las crías de la mosca en África murieron de hambre

-Pasé varios días recargando mi arma y matando bichos…luego me tuve que dar a la fuga.

Por: Cristov.

Seguidores

Datos del Avatar

Mi foto
Amposta, Tarragona, Spain
Nacido en Ecuador y viviendo en España desde tiempos que la memoria no alzanza...